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jueves, 11 de noviembre de 2010

Energía, obesidad y gimnasios

Hay un gracioso mito sobre la obesidad: según lo que se coma, los alimentos engordan más o menos. Esto nos hace atiborrarnos de lechugas, tomates y vegetales raros (como la soja), porque engordan menos que la carne, los huevos o el chocolate.

Ahora que vayan y se lo digan a la vaca, que está gorda comiendo sólo vegetal.

En fin. Ocurre lo de siempre: un hombre con una bata blanca (un médico, un farmacéutico o un nutricionista) dice que el pan integral ayuda a adelgazar y ya todos creemos con fe. En este caso me duele más admitir que más que un error de la masa es un engaño del experto. Pero he aquí que otro hombre con una bata blanca (la de químico), va a venir a demostrar el error en el que se incurre.

Hay un principio fundamental de la naturaleza, que ningún endocrino o nutricionista debería olvidar: la Ley de Lavoisier. A grandes rasgos, se puede expresar así:


Entrada de comida - Salida de excrementos = Acumulación de materia


Por tanto, si comemos mucho (entra mucha comida) y eliminamos poco por orina, heces, sudor y ¡ojo! por respiración, entonces, sintiéndolo mucho, pesaremos más, comamos lo que comamos.

En otras palabras. Si comemos en el día 2 kg de lechuga (o de carne), si al cabo del día eliminamos 800 gramos de materia, engordaremos 1,2 kg. Y no se trata del alimento ni de la forma de excreción, sino únicamente de pesos.

La cuestión está en que por lo general la principal fuente de referencia para saber si engorda o adelgaza está en la masa del individuo. Pero de todos es conocido que no es lo mismo pesar 100 kg porque esté uno gordo que 100 kg porque uno sea culturista.

El problema está en que la grasa tiene una densidad relativamente baja (900 kg/m3), o lo que es lo mismo, para un mismo peso, representa más volumen que otras sustancias disponibles en el cuerpo, como son las proteínas.


¿Cuál es, por tanto, el mejor método de adelgazamiento? Ante todo, quiero decir que este no es un método controlado por ningún médico ni animo a nadie a aplicarlo. Simplemente se trata de un razonamiento físico e indiscutible de perder peso (lo cual no quiere decir que sea saludable).

En primer lugar, recopilemos datos científicos:

1. Energía de la grasa: 9000 kcal/kg.
2. Energía de las proteínas y los glúcidos: 4000 kcal/kg.
3. Gasto calórico basal diario para un hombre adulto: 2000 kcal/día.
4. Composición del cuerpo humano varón sin sobrepeso adulto: 6% minerales, 15% grasas, 60% agua, 17% proteínas, 2% carbohidratos,

De aquí se desprende que un hombre adulto que pese 80 kg dispondría de 108 mil kilocalorías en forma de grasa y de 61 mil kilocalorías en forma de proteínas y carbohidratos. El agua y los minerales no proporcionan energía. Cabe mencionar que esta energía es energía química de combustión, es decir, que nada tiene que ver con el cálculo térmico y nuclear que hicimos en anteriores ocasiones sobre el ser humano.

En conclusión: un ser humano de 80 kg, sin sobrepeso, dispone aproximadamente de 169 mil kilocalorías, es decir, que podría vivir, en estado de coma, durante 84 días (unos 3 meses) sin probar bocado (si antes la deshidratación o alguna enfermedad grave no lo matara). Cierto es que este cálculo es aproximado, ya que un cálculo exacto tendría en cuenta que el sujeto va perdiendo peso y por tanto el gasto de 2000 kcal/día iría también disminuyendo y podríamos llegar incluso a superar los 3 mese sin comer. Evidentemente, cuanto más gordo esté el sujeto, más puede aguantar sin comer.

Volvamos la primera fórmula:

Entrada - Salida = Acumulación

Veamos lo que ocurriría en caso de realizar las siguientes dietas. Ponemos las siguientes condiciones:

a) Se puede beber toda el agua que se desee (ya que no aporta energía y podemos suponer con seguridad que toda el agua que se bebe se expulsa por sudor, orina y heces, manteniéndose el peso corporal de agua constante). Se puede hacer la misma apreciación sobre los minerales.
b) Las calorías basales siempre estarán presentes, a las que habrá que añadir el gasto energético diario (movimiento, principalmente).
c) Se puede despreciar el gasto por trabajo intelectual frente al gasto por trabajo físico.
d) Se supondrá que los nutrientes energéticos se expulsan como agua y dióxido de carbono y son proporcionales al gasto energético realizado.

Dieta 1: No comer, sin realizar ejercicio físico.

Este caso ya se ha visto arriba. Cuando no se come, los hidratos de carbono se consumen rápidamente, hasta agotarse. Luego comienza el turno de las grasas y las proteínas. Mientras ambas existen, se consume aproximadamente en la proporción 90-10. Posteriormente, una vez agotadas las grasas, el cuerpo consume las proteínas con la consiguiente degeneración corporal.

Al gastar 2000 kcal/día, se pierden 211 g de grasa y 24 g de proteínas.

La ecuación queda así: Acumulación = 0 - 0,235 = -0,235 kg.

Este método adelgaza, pero no es demasiado eficiente.


Dieta 2: No comer y realizar ejercicio físico.

Nuestro ejercicio será de correr 30 minutos a 10 km/h. En esta actividad se pueden gastar unas 500 kcal. Podemos fácilmente intuir que gastaremos unos 300 g al día y que perderíamos 1 kg cada 3 días.

Dieta 3:Comer alimentos azucarados.

Cada gramo de azúcar representa 4 kcal. Por tanto, si nuestro gasto con ejercicio físico fuera de 2500 kcal/día, podríamos comer diariamente 625 g de azúcar sin miedo a engordar.

Dieta 4.Comer alimentos bajos en calorías. Tomar alimentos bajos en calorías significa lo mismo que no comer. Básicamente tienen mucha fibra y ceniza, que se eliminan por las heces. Sin embargo, contienen hidratos de carbono, aunque sean en poca cantidad. Así, para un contenido en azúcares del 10%, se podrían comer hasta 6 kg de alimentos bajos en calorías sin miedo a engordar. Por supuesto que si superamos esa cantidad, engordamos.

Dieta 5. Dieta con grasas o proteínas. Puestos a elegir, la proteína contiene menos calorías que la grasa. Pero se trata sólo de cantidades. Así podemos tomar hasta 200 g de grasa diaria sin miedo a engordar, o 600 g de proteínas.

Atención, todos los alimentos tienen cenizas o minerales no digeribles, por lo que este exceso puede tomarse sin miedo a engordar (se expulsa por heces).


Conclusiones: aunque parezca mentira, nuestro gasto calórico medio diario, para un varón de 80 kg está en unas 3000-3500 kcal diarias. Es decir, que una dieta normal, consistente en 60% carbohidratos, 25% proteínas y 15% grasas, permitiría comer diariamente 100 g de grasas, 180 gramos de proteínas y 400 gramos de hidratos de carbono sin miedo a engordar. Eso significa, incluyendo material no válido, alrededor de 1,5- 2 kg de comida diarios, alimentación nada despreciable e incluso sobredimensionada para poder vivir.

No se trata de comer distinto. Se trata de comer menos.

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