Se escriben con g todas las palabras terminadas en -ger y -gir, excepto los verbos tejer, crujir y brujir-grujir (y sus derivados).
El origen de esta regla está en el antiguo latín. El latín clásico no disponía del fonema /x/, equivalente a la jota actual y a la g seguida de e o de i. El fonema más parecido era la h aspirada (como ocurre en en inglés con house) en palabras como habere (tener). Por este motivo, algunas palabras escritas con h también tienen su pronunciación con j, como halar-jalar.
Por tanto, en su evolución, la g con e y con i acabó pronunciándose como la j. ¿De dónde proviene entonces el fonema /x/? De una evolución hispánica de la x romana. Así tejer proviene de texere, y todavía conserva la x en la palabra textil, de la misma familia que tejer.
En el caso de crujir, el caso es distinto, pues no existía la palabra en latín, aunque pueda provenir del germánico, como en inglés crunch. Esta ch final se convierte en x relajada, y finalmente en jota. Brujir es una palabra de origen francés y en esta lengua se escribe con g. Probablemente su parecido con crujir sea la causa de su ortografía.
Recuerden siempre que estos verbos se escriben con g. El hecho de que surja o proteja se escriban con j es por simple fonética. El sonido /x/ lleva siempre, salvo contadas excepciones, como Xerez o México, la ortografía j, y por tanto no podemos escribir "protega" o "surga". Entonces, no tenemos ningún motivo para escribir "protejer" o "surjir".
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