Nada es más pernicioso a nivel educativo que la moda que hay en todos los países, y particularmente los de habla hispana, de convertir los sistemas educativos en bilingües.
Este que les habla puede ser tachado de cualquier cosa menos de detractor del conocimiento y la información. Sin embargo he de reconocer que cualquier sistema educativo que se base en la existencia o coexistencia de dos idiomas no trae más consecuencia que el deterioro del nivel formativo general de los individuos.
Partamos del concepto en sí: bilingüe es la persona capaz de expresarse correctamente a nivel oral y escrito en dos lenguas. Y la pregunta sería, ¿qué fuerza a una persona a aprender dos lenguas, es decir, dos códigos lingüísticos? La respuesta puede ser tan simple o tan complicada como queramos, ya que "parece" que los motivos pueden ser de lo más variopinto. Podemos afirmar que todas las respuestas posibles pueden englobarse en dos motivos fundamentales:
a) Necesidad de supervivencia: conocer dos idiomas permite contactar con un mayor número de interlocutores, lo que en términos evolutivos representa una mejor adaptación al medio y aumenta las posibilidades de sobrevivir en el mismo. Esto se traduciría en el mundo actual con una mayor competitividad empresarial y por tanto, conseguir mayores ingresos.
b) Vivir en un entorno bilingüe: cuando un individuo vive en una comunidad bilingüe, como es el caso de muchas regiones de Europa, España e Hispanoamérica, o cuando el individuo vive en un entorno familiar bilingüe (los dos progenitores hablan idiomas nativos distintos), de manera natural aprende el idioma.
Estas son las motivaciones del individuo. Es el momento de establecer el papel del sistema educativo en todo esto. El sistema educativo es un instrumento del Estado para conseguir el bien común. El aprendizaje y el conocimiento es la base para hacer una sociedad equilibrada. ¿Y qué pretende el sistema educativo bilingüe? Respuesta: el aprendizaje natural de dos idiomas para hacer a la sociedad más competitiva.
Hagamos un alto. ¿Hemos leído bien la respuesta? ¡Es una mezcla de los dos motivos fundamentales! Tratamos de aprender naturalmente lo que no es natural, tratamos de sobrevivir en un mundo globalizado apelando a que el entorno nos solicita ser bilingües. ¡¡ Todo falso!!
Existen multitud de estudios que demuestran que el aprendizaje de dos idiomas hace una mente más ágil. Esto es cierto. ¿Pero alguien se ha preguntado dónde se han realizado estos estudios? En comunidades bilingües, por supuesto. Enfrentaron los resultados con comunidades no bilingües. Entonces, tratan de demostrar que saber dos idiomas es mejor que saber sólo uno. ¿Y quién enfrentó en el estudio a colegios bilingües con colegios no bilingües en comunidades no bilingües? Es decir, enfrentar a colegios irlandeses o alemanes de México con colegios españoles en México.
En mi experiencia docente he podido corroborar que el aprendizaje de dos idiomas (inglés y español, por ejemplo) en un entorno monolingüe (como por ejemplo, México), no sólo es ineficaz sino que es contraproducente. Aprender dos idiomas puede beneficiar, sin duda, al individuo, pero cuando ese aprendizaje se produce a costa de desatender otros conocimientos tan importante o más que el aprender un segundo idioma, entonces estamos llevando el fracaso a nuestros estudiantes.
Cada vez es más común que estudiantes de todas las edades aprendan dos y tres idiomas dentro de sus planes de estudios. Además, actividades como las deportivas o las artísticas tienen cada vez mayor cabida en el mundo occidental. Los defensores de la educación bilingüe apoyan el aumento de las horas de estudio. Este aumento es indefendible, ya que el día tiene 24 horas y los estudiantes son seres humanos y necesitan descansar y tiempo de ocio. No es posible tampoco tener una población estudiante hasta los 30-35 años, como se pretende en el mundo occidental, ya que es antinatural. Si el ser humano comienza a ser adulto con 14-15 años y legalmente con 18-21 años, no es inteligente ni ético pretender que se acaben los estudios con 30 o 35 años.
Mientras que el mundo occidental destroza su sistema educativo, países como Irán, China o India están formando a miles de ingenieros, matemáticos y científicos. En definitiva, ellos sí que son más competitivos que los occidentales.
Se nos ha olvidado una cosa: aprender idiomas es algo bueno, como conocimiento que es. Pero este conocimiento no es absoluto ni tampoco es mejor que aprender ciencia. Los gobiernos deberían pensar que un niño que jamás irá a Alemania o Polonia no debería aprender el idioma y aprender mejor conocimiento útil para su país. Lo mejor es que aprenda el idioma justo si es necesario. Pero esto, seguro que no les interesa desde el punto de vista político a los dirigentes.
Por supuesto que estoy de acuerdo con que no se debe descuidar el lenguaje ni las matemáticas en favor de otras materias que son del todo superfluas, pero coincidirás conmigo que es cuanto menos curioso el que los defensores del monolingüismo sean, salvo casos excepcionales, monolingües.
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