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lunes, 25 de octubre de 2010

Reflexiones sobre la masa

Me gustaría presentarles hoy, para comenzar, un resumen de un tema controvertido como es el de los movimientos de masa. Tras la crisis económica, los movimientos organizados de grupos de presión han sido cada vez más pronunciados. En las siguientes líneas pretendo exponer un primer análisis del problema. En sucesivos mensajes podremos ir afinando en causas, consecuencias y demás aspectos relacionados con el fenómeno.

En su octava acepción el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define masa como: Gran conjunto de gente que por su número puede influir en la marcha de los acontecimientos. Asimismo en su novena acepción define masa como: Muchedumbre o conjunto numeroso de personas. Estas dos definiciones son la base para el desarrollo del tema.

Podemos observar a nuestro alrededor que la gran mayoría de las personas están influidas por la masa. Ellos, como cabría esperar de mencionada influencia, niegan categóricamente tal afirmación. Curiosamente los integrantes de la masa se autocalifican de "mayoría", cuando realmente son masa. Existen diferencias entre ambas. La mayoría es la mayor parte (o mayor número) de personas que componen una nación. Esto significa que la mayoría de los ciudadanos no tiene por qué ser parte de la masa (sólo es masa, según la RAE, en cuanto a que se trata de una muchedumbre de gente. Obviamente la mayoría son "muchos"). Así mismo la mayoría es fruto de relaciones institucionales, mientras que la masa es fruto de lo más aprensivo del pueblo. También es error calificar a la "masa" de "pueblo", porque más bien es la "mayoría" lo que habría de calificarse así (aunque también ocurre que existen pueblos que no nacen de la mayoría, como tradicionalmente le ha ocurrido a los judíos o a los gitanos).

Características de la masa:

La principal característica de la masa es la vulgaridad. Como hija del "pueblo" la masa nace de lo más bajo, de lo más pobre, de lo más analfabeto, para protestar por ciertas prácticas deplorables de los gobernantes. También, como todo neonato, irrumpió con fuerza y fue sincera y utópica. Es lo que se conoció como Revolución Francesa. Fue la primera y última vez que la "masa" fue "mayoría". A partir de ahí una petición justa por parte del expoliado pueblo fue tergiversada por una panda de burgueses insatisfechos que esperando ganar más dinero alentaron a la masa popular (el ejemplo más conocido fue Karl Marx, aunque no el único ni el peor).

A partir de entonces la masa adquirió unos tintes cada vez más mediocres. Sus peticiones fueron cada vez más absurdas y cada vez era menos "mayoría". Sin embargo, paradójicamente, la masa alcanzó mayor fuerza. Es en esta época cuando filósofos como Nietzsche atacan ese concepto de masa desbocada, de masa informe que peligra la reputación del hombre y disminuye la fuerza vital del mismo. Nos es de sobra conocido los triunfos de los bolcheviques en Rusia, de Castro en Cuba y de regímenes comunistan en China y otros países asiáticos. Tras el fracaso de Hitler, que dio a la masa alemana el carácter de la Revolución Francesa, el mundo se vio desamparado ante este gran monstruo, que a su vez tuvo multitud de hijos (miles de mini-masas). Así surgieron grupos de comunistas acérrimos, neonazis, ateos, cristianos militantes, feministas, homosexuales, ecologistas, punkies, pijos y otras tantas tribus urbanas. Hoy todas estas tribus forman la masa.

Insisto en que estos grupos se diferencian de la mayoría muchísimo. La mayoría es un grupo de personas que poseen lo que podríamos llamar vida monótona. Pero son personas tranquilas, que gozan de sus ratos libres y son, ante todo, felices. La masa en cambio crea falsas necesidades e intenta convencer a la mayoría de que sean revolucionarios, que se inhiban, que luchen. Pero la pregunta es ¿de qué o para qué? ¿Para que homosexuales y mujeres tengan más derechos?¿Para que los ecologistas nos retornen a la Edad de Piedra? Es entonces cuando algunas voces críticas de la mayoría hablan, pero pronto se callan porque la mayoría tiene miedo a esa masa que controla los medios de comunicación, que continuamente bombardea a los jóvenes (el grupo más débil) con propaganda. La masa PIENSA POR TI y si te niegas a seguirla TE TACHA DE DÉSPOTA, SANGUINARIO, DICTADOR... Es cierto que no usan el maltrato físico, sino el psicológico.

¿Adónde lleva la masa?

El poder mediático de la masa es inmenso (o mejor dicho de las mini-masas). Han llegado a pasar por naturales ciertas prácticas que denigran al hombre: le han despojado de la vergüenza. El final sería un mundo sin jerarquía, donde la ley del más fuerte impere, con muchos grupos enfrentados, como en las películas de gangsters. Cada vez se tolera menos que nos den órdenes, órdenes que benefician a la "mayoría" a largo plazo. Somos más ecologistas, más tolerantes y más equitativos pero más sucios de conciencia, más autocompasivos y menos libres.

¿Somos masa?

Es una pregunta que lanzo. Todos responderán que no.,que piensan por ellos mismos. Que han leído mucho y que son muy cultos. Miren, en el miedo a las nuevas tecnologías hay un claro ejemplo de demostración de la masa. Algo definido por expertos, por el mundo científico en general, es puesto en duda por unos cuantos "aficionados". ¿Por qué? Porque la masa nos llama a ser iguales. La masa grita: Soy igual que el mayor genio de todos los tiempos. ¿Quién se ha creído Galileo que es para decirme que la Tierra da vueltas alrededor del sol? Nadie es mejor que nadie ni puede dar una respuesta mejor (ni peor) que la mía. Esto es definitivamente absurdo, con perdón.
 
La respuesta es, por tanto, afirmativa. La gran mayoría de las personas no son masa pero sí que estan influidas. Y casi todas quieren salir de ella. Pero no son lo suficientemente valientes como para afrontar el reto. Enfrentarse a la masa, a los pusilánimes, a los injustos, a los que empequeñecen la vida, en definitiva, a quienes nos hacen menos libres. Porque la libertad no es insultar a nuestro jefe. La libertad es vivir con respeto mutuo, vivir en armonía, sentir el sol y sonreír mientras nos tocan sus rayos. Repudiemos a la masa. Pensemos por nosotros.

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