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sábado, 24 de diciembre de 2011

El talento a las puertas del 2012

Hoy comienzan oficialmente las navidades y como todos los años los propósitos de Año Nuevo nacen de las nuestras mentes con toda fuerza, mayor cuanto más se acerca el buscado día.

2012 es un año bastante curioso. El pronóstico del fin del mundo según el calendario maya ha sido la comidilla favorita del pueblo llano desde 2004 aproximadamente. Ya está aquí. El 2012 llega cargado a medias de polémica y de esperanza.

Y entre tanta efusividad, un pensamiento. ¿Qué ha ocurrido con el talento?¿Será este año por fin el "año de las luces"? Por supuesto que es más bien un sueño que una realidad, pero es bonito presumir esto en tales fechas.

Lo cierto es que tengo un extraño presentimiento y es que el mundo se está volviendo cada vez más torpe. Las máquinas y la propia política demagógica han convertido al ser humano en un reflejo de su pasado. ¿A alguien no le extraña la actitud de la sociedad del bienestar cuando se pide, por ejemplo, que alguien se levante para ofrecerle un vaso de agua al abuelo enfermo?¿Acaso es lógico que todos se miren entre sí esperando que alguno tome la iniciativa?¿Es lógica una actitud de cansancio ante la mera posibilidad de levantarse a 50 metros en busca de la comida al supermercado de la esquina?¿Es moral burlarnos o poner cara de enfado por ir a buscar a un lugar tan cercano lo que nuestros antepasados habrían deseado con todas sus fuerzas y habrían iniciado expediciones a tierras lejanas?

Existe un principio fundamental de la naturaleza y es que los sistemas físicos tienden siempre a alcanzar el estado de mínima energía. En este sentido, sería lógico pensar que el ser humano está evolucionando según marca una ley universal y que poco o nada podemos hacer contra las leyes físicas. Sin embargo, esto sería querer justificar una actitud totalmente injustificable, arguyendo razones que incluso serían falsas en el planeta, ya que las leyes naturales, aunque ciertas, son a veces tomadas de una manera muy general, olvidando los casos particulares (como por ejemplo, los sistemas biológicos, que tienen una dinámica más bien contraria, procurándose siempre un estado más energético en relación al entorno).

Por tanto, ¿qué podemos decir sobre la actitud de la humanidad? En general, resulta poco inteligente apostar por una sociedad donde no haya una auténtica filosofía (es decir, un auténtico "amor a la sabiduría"). Una sociedad donde importe más ver a la estrella del pop de turno que estudiar o el debate no es más que una sociedad abocada al fracaso en última instancia.

Las sociedades modernas, en las cuales impera la democracia, no pueden contribuir a una filosofía auténtica. De hecho incluso entre los griegos, la democracia ateniense fue la que mató definitivamente a la filosofía griega. Si bien fue en Atenas donde coincidieron los tres mayores filósofos (Sócrates, Platón y Aristóteles) es más cierto que desde hacía siglos se venía desarrollando en todas las polis una auténtica escuela filosófica. Mileto (Tales), Samos (Pitágoras), Agrigento (Empédocles), Elea (Zenón) o Éfeso (Heráclito) son ciudades donde la filosofía floreció en un grado muy parecido a Atenas, siendo en esta última donde la escuela de pensamiento griego desapareció tras Aristóteles. Posteriormente hubo centros artísticos o filosóficos importantes (como Alejandría) pero muy alejados de Grecia.

La pelea pasa por decretar nociva cualquier tendencia política que fomente el rechazo a la cultura. Las democracias siempre van a fomentar este rechazo, ya que todos son iguales ante la ley y por tanto es igual a ojos del estado tener una alta o una baja cultura. La democracia es siempre un estado de alto desorden político, ya que su propia constitución es la fragmentación y la unión en mayorías.

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