Translate

miércoles, 31 de agosto de 2011

La centésima entrada: un poco de ciencia y filosofía

Otro día más hay que dar gracias a Dios por estar vivo. A veces el pesimismo puede invadirnos, más aún si se trata de una época de crisis. Sin embargo, hemos de aceptar nuestra realidad cotidiana y pelear por la realidad futura. Si algo nos ha enseñado esta crisis mundial es eso: nada es imposible, por muy difícil que parezca, ni el fin del mundo, ni el fin de la guerra, ni la caída de un dictador, ni el desmoronamiento de China. Cualquier cosa es posible.

Por mi parte, he de agradecerles a todos ustedes el interés que ha suscitado este cuaderno virtual. Son muchos los lectores que lo visitan y por lo que se ve los hay de todo tipo. Hay amantes de la ciencia, amantes de la filosofía, de la religión, de la vida, del más allá... Como ya alguna vez mencioné, todos ustedes tienen cabida en este foro.

Seguro que si hay algo de esta crisis que me preocupa no será la economía. Cierto es que todos, en mayor o menor grado, estamos padeciendo los rigores de la crisis, pero poco a poco se ve la recuperación. La crisis ha enseñado que la especulación no puede ser la solución a los problemas económicos mundiales, sino que más bien el trabajo duro será lo que nos ayude a ser mejores en el futuro. La colaboración estrecha será, sin duda, el elemento clave en las relaciones del siglo XXI.

Lo que sí que me preocupa es la realidad social. Esta crisis quizá ha creado revoluciones sociales (como en Túnez, Libia o Egipto) y manifestaciones (Madrid), pero no ha favorecido la condena de la ineptitud. Estoy francamente preocupado. Ustedes, mis queridísimos lectores, y yo estamos hechos de otra pasta. ¿Quién sino nosotros perdería parte de su tiempo en leer las inquietudes de otros semejantes en lugar de ver el video más gracioso del momento en Youtube? Esto no es algo gratuito o esporádico. Se basa en un sentimiento común de que hay algo más allá de las continuas mamarrachadas que la masa y los políticos nos ofrecen todos los días.

Me preocupa mucho que todavía hoy no haya movimientos científico-políticos, al estilo de la República de Platón. No me refiero a los típicos científicos de programas de divulgación de la televisión, más interesados en sus egos, ni a excéntricos chiflados que tratan de aniquilar el mundo o presentan una cara fea al público. En este sentido, el mencionado Platón era un filósofo-político ejemplar: fue campeón olímpico, soldado, esclavo, filósofo y político. Él sí que era la clase de persona que mantendría feliz al pueblo. Y pudo haberlo logrado ciertamente, aunque no le dejaron.

Sucesos como los de Noruega, donde Breivik era un genio vuelto loco, han puesto en tela de juicio lo que Platón denominaba aristocracia (gobierno de los mejores). Cada vez más, empresas y partidos políticos occidentales evitan tener a personas demasiado inteligentes o preparadas en sus puestos, cosa que chinos, iraníes e indios, por ejemplo, contemplan como prioritario. Ellos ganarán, no les quepa dudas, a menos que nos protejamos.

No creo ni creeré en la gran guerra, aunque será cierto que vendrá. Es solo cuestión de tiempo, aunque estoy seguro de que los seres humanos serán capaces, aunque sea por intervención divina, de ser lógicos por una vez.

Esto de las redes sociales, internet, las bitácoras... da mucho que pensar. No hace mucho leí uno de tantos artículos que demuestran eso de que sólo hacen falta 6 personas para llevar un mensaje a la persona más alejada del mundo. Puede que alguno lo crea, puede que algún otro no. Lo cierto es que se trata de una media que por lo que se dice fue demostrada tanto por correo electrónico como por correo ordinario. Tratemos de averiguar si esto es cierto.

Los mensajes que se pueden enviar a nuestros amigos y conocidos dependen, obviamente del número de amigos que tengamos. Por lo general una persona tiene alrededor de 60 conocidos, quizá algunos menos, y se sabe experimentalmente que el cerebro humano es incapaz de tener vínculos afectivos con más de 150 personas a la vez, es decir, lo equivalente a una tribu grande prehistórica. Si ,de media, todas las personas tienen 60 conocidos, el número de personas totales con las que potencialmente podríamos comunicarnos que fueran amigos de amigos sería de:

60 x 60 = 3600

En una tercera ronda, el número total sería 60 x 60 x 60 = 216 000 personas. Es decir, por esta regla de tres, una persona famosa que viva en  una ciudad de tamaño mediano (200 000) podría sernos presentada, de media, por el amigo de un amigo.

Por otro lado, el cálculo sigue una progresión geométrica. Así, si la base es 60 y el exponente es 6, obtenemos la cifra de 46 656 millones, casi 8 veces más los habitantes reales en la Tierra. Pensaríamos que quizá con 5 fuera suficiente, pero el resultado es de 777 millones, casi 10 veces menos habitantes de los necesarios para conocer al planeta entero.

Obviamente, si fuera esto tan cierto, hace mucho tiempo que el mundo estaría conectado, sin necesidad de internet. ¿Qué es, entonces, lo que ocurre? Ocurre que el cálculo no está del todo bien establecido y que si bien es cierto que de media podríamos decir que son necesarios solo 6 eslabones de amistad (y una red como Facebook podría sernos útil para establecer eso), hay muchas personas que viven aisladas del resto del mundo, mientras que otras tienen (o dicen tener) cientos de amigos. Por tanto, no sería real el cálculo matemático anterior.

Por otro lado, existe otra situación que no ha sido estudiada en el cálculo anterior. Supongamos que llega el fin del mundo y que quedan sólo 10 personas vivas, en distintas partes del planeta. Supongamos que cada una de ellas tuviera sólo 2 amigos. Según el cálculo anterior, se necesitarían sólo 3 eslabones para alcanzar a todos en el planeta. Esto significa 1 (el sujeto emisor) + 2^3 + 1 = 10. El cálculo, a priori, sería correcto, pero, ¿y si el número 1 tiene 2 amigos, que son 2 y 3, número 2 tiene sólo dos amigos que son 3 y 1 y número 3 sólo dos amigos que son 2 y 1? ¡¡¡ El número 1 jamás podría contactar con el número 10!!!

Aún más elaborado:

1................. tiene por amigos a 2 y 3;
2................. tiene por amigos a 3 y 4;
3................. tiene por amigos a 2 y 4;
4................. tiene por amigos a 3 y 2;

1 necesita 2 pasos para contactar con 4, pero jamás contactará con 10.

Por tanto, esto es lo que ocurre en la realidad. Si bien el conjunto se amplía y 60 personas es un número lo suficientemente alto para que los círculos se abran, el ser humano sigue siendo un animal tribal y no es cierto eso de que seamos una especie sociable, sino más bien social. Nos gusta, por lo general pertenecer a un grupo homogéneo, bien estructurado y odiamos terriblemente a los extraños, salvo si nos pueden servir de algo. De todas formas esto varía con cada cultura, y si bien los latinos o los árabes son más propensos a aceptar a extraños, nórdicos o judíos son muchos más reservados.

En cualquier caso, esperemos que nuestro foro siga creciendo y especiales gracias a todos nuestros mayores visitantes de Madrid (España), Miami (EE.UU), Trujillo (Perú), Rosario (Argentina), Berlín (Alemania) y Singapur. Pronto vendremos con nuevos temas.

martes, 30 de agosto de 2011

Steve Jobs, "el gay más poderoso del mundo "y "héroes gays"

Hace unos días Steve Jobs, consejero delegado de Apple, cedía su puesto a Tim Cook. La noticia no dejaría de tener más que una mera importancia económica de no ser porque Cook es homosexual. Pronto, los colectivos homosexuales de EE.UU. y del mundo celebraban dicho nombramiento, como una muestra más de que el "poder gay" crece y es más patente en el mundo.

Lo que se les escapa a estos colectivos homosexuales es que ya Tim Cook estuvo al frente de la empresa desde 2008. Todo esto es lo de menos. Lo realmente curioso es que los homosexuales han creado otro héroe más, de los muchos que ya pueblan la jungla de la homosexualidad.

En todo este asunto hay que pensar en lo siguiente, ¿por qué tratan de justificarse siempre?¿Por qué las noticias de este señor no son más que la realidad económica y lo que al final quedó recogido fue su condición sexual?

Algunos dirán (aquí incluyo a los homosexuales) que esta situación no es más que una muestra más de la discriminación que sufre dicho colectivo, pero mienten. A ellos les interesa e interesará eternamente aparecer como víctimas sociales, ya que las víctimas siempre son las buenas y quedan como buenas.

Habríamos que sacar a colación aquella mítica historia de Nietzsche sobre la transvaloración de los valores. ¡Qué acertado estuvo!¡No hubo nadie que acertara esta situación con tanta claridad! En aquel texto, las ovejas son buenas porque no dañan a nadie y sin embargo las águilas eran malas, porque hacían daño a las ovejas, sin reparar en que las águilas tenían que comer y por tanto matar. Era su condición.

En este caso ocurre al revés. Los homosexuales siempre tratan de justificar su condición, a través de mostrar que su condición es "lo bueno". Estas "ovejas" tratan de decir que ellas no hacen daño a nadie y que quieren que las dejen en paz. Este medio fue el que los judíos y los primeros cristianos usaron para dispersarse por todo el mundo. Nietzsche ya lo aprecia así. Ante una cultura o pensamiento de esfuerzo, nobleza y abnegación, muchos grupos (los homosexuales incluidos), aportan la cultura o visión de la relajación, la libertad sexual y el goce de placeres. Esta visión, obviamente, a nadie se le escapa que es mucho más atractiva que la primera, pero tiene una desventaja: a largo plazo sólo trae la corrupción y la desgracia (en este sentido podemos apreciar que un homosexual como Oscar Wilde relata estas consecuencias en El retrato de Dorian Gray).

Esta situación, que es innegable, llevó a los grupos homosexuales a buscar y justificar esa transvaloración, haciendo mucho más dulce la visión que se tenía de ellos. Así, han creado y crean a sus héroes, al estilo griego, los cuales proporcionan una representación victoriosa del movimiento homosexual. El último ejemplo ha sido Tim Cook, pero podemos recordar casos como Ricky Martin o Rock Hudson, los cuales han sido o son ídolos tanto en los ambientes homosexuales como heterosexuales.

Además, desde hace bastante tiempo, los homosexuales, para evitar cualquier ataque, también reconocieron como dignos a los bisexuales. A esto lo llaman "gusto" cuando se trata de libertinaje. Incluso dicen estar a favor de los heterosexuales, es decir, están a favor de lo que no creen.

¿Es este tipo de creencia realmente efectiva? Imaginemos por un momento alguien que esté en contra de los asesinos, pero luego, dijera "estoy en contra pero amo a los asesinos por ser criaturas de Dios". Veamos. Esto no tiene ningún sentido y esta falta de lógica sólo trae consigo la muerte del pensamiento lógico, a la larga. Si dos conceptos tan claros, como el bien y mal, se superan y ya no existe distinción, ¿quién impide el crimen?

Algunos dirán: "oiga, usted exagera". Yo les digo que no. Sostener la verdad y rebajarla al grado de opinión no sólo es peligroso sino que es realmente definitivo. Si hacer el amor con cualquiera (o con cualquier cosa o animal) es lícito, ¿qué me impide hacerlo con niños? Porque, dicho sea de paso, los homosexuales también pugnan porque los niños desde muy temprana edad sepan todo sobre el sexo. Dicho de otra manera, tratamos de eliminar todos los niveles, categorías, clasificaciones para acabar siendo todos "humanos".

¡Adiós a las personas más válidas!¡Adiós al trabajo duro!¡Adiós a los hombres y a las mujeres! De todas maneras, todo en esta vida es más duro de lo que parece. Igual que los alemanes no acabaron con los judíos o que 10 siglos de Edad Media pudieron acabar con la homosexualidad, tampoco resulta creíble que estos personajes se salgan con la suya. Ni la propia Iglesia pudo salirse con la suya y lleva más de 20 siglos de vida.

Si me preguntan mi opinión, pienso que Cook es un tipo inteligente y organizado y que sabe hacer bien su trabajo. Eso no implica que sea igual en su vida personal. Ni el hecho de ser gay lo hace mejor trabajador ni que no lo fuera le haría mejor persona. Un gay que se preocupa de pasar desapercibido, como el heterosexual que hace lo mismo, es una persona correcta. Lástima que, por lo general, en la sociedad actual solemos estar más orgullosos de nuestros defectos (y ser un degenerado lo es, sea cual sea su condición sexual) que de nuestras virtudes.

viernes, 19 de agosto de 2011

Jornada Mundial de la Juventud

La llegada del Santo Padre a Madrid provocó un entusiasmo generalizado en la cara de miles de jóvenes. Llevaban días esperando que el Pontífice llegara y por fin se hicieron realidad sus anhelos.

No obstante, las noticias no han sido del todo positivas. Como habrán leído o visto, movimientos laicistas irrumpieron en la Puerta del Sol y se enfrentaron con jóvenes católicos. Esta situación, que en cualquier caso podría haber sido prevista, supuso una batalla entre policías y manifestantes.

Esta visita ha venido a ratificar dos cosas: la ruptura total del binomio Iglesia-Estado que imperaba en España desde los Reyes Católicos y la confirmación de que si bien España no es un país católico, es un país lleno de católicos.

Déjenme explicar esta diferencia, obvia por otro lado. El estado español, en su constitución, recoge que es un estado aconfesional. Esto quiere decir que no considera a ninguna religión como verdadera, aunque no condena a ninguna religión como dañina. Esta diferencia es fundamental con respecto a otros países, como Francia, que se configura como un estado laico. Esto significa que promueve la abolición de la religión. España es por tanto, un país no católico pero cuya población es mayoritariamente católica.

Este asunto no es baladí. Lo que fueron olvidando los distintos gobiernos socialistas es que España puede prescindir de la religión en época de bonanza, pero no puede prescindir de ella en época de crisis. Aunque sea muestra de un mal cristianismo, la parábola del hijo pródigo puede aplicarse a esta situación. El español, ante la miseria, corre a refugiarse y a pedir perdó al padre al que dejó de amar. El padre acepta al hijo, ya que ha recuperado a aquél a quien daba ya por perdido. La Iglesia en España actúa de igual manera: vuelve a aceptar a todo aquel que se marchó. Y muchos han vuelto, encontrando tanto el lado espiritual (la misa, la palabra, la esperanza en Cristo) como el lado material (cáritas cristianas, comedores sociales, cuidados por parte de religiosos, etc.).

La Iglesia ha demostrado siempre que en época de crisis ha sabido devolver la fe a sus fieles. Desde la época de los césares, cuando miles de pobres se agolpaban en Roma por un pedazo de pan, la Iglesia siempre ha preconizado la Esperanza Cristiana. Hay quien dice que el poder de la Iglesia está en hacer creer que existe un dios que puede hacer milagros o que puede castigar a quien se porte mal. Es bien sabido que cuando la Iglesia ha hecho uso de este mal enfoque interpretativo nunca ha salido bien parada. Esta situación dio lugar a la Reforma de Lutero y con posterioridad, el uso indiscriminado de la teología popular trajo las críticas de Marx.

Sin embargo, la fortaleza de la Iglesia es y será siempre el consuelo ante las adversidades. Dios es Amor, Dios nunca nos abandona... Este es el verdadero mensaje. Y cuando el creyente duda, aparece la figura de Cristo, un hombre que siempre creyó, incluso cuando en la cruz estaba siendo maltratado. No obstante, no sólo la fuerza de la fe ha sido lo que ha mantenido a la Iglesia en su posición hasta nuestros días.

La Iglesia ha defendido siempre a los pobres y a los oprimidos, erigiéndose como la primera organización social de la Historia. Puede que alguno alegue que esta misión sea una misión hipócrita (¿cómo se puede ser defensor de los ricos y sin embargo vivir en la opulencia?). Esto no es del todo cierto. La Iglesia Católica, a diferencia de otras organizaciones políticas y sociales, ha estado siempre constituidas por personas cultas. Nada más que para ser cura hace falta leer, porque lógicamente no se puede leer la palabra de Dios en misa si no se sabe leer. Dicho de otra manera, otra fortaleza de la Iglesia ha sido que ha mantenido la educación y la formación como un punto importante de su apostolado. Esta entorno culto tiene dos vertientes: por un lado, es cierto que un mayor control de la cultura, permite un control del pueblo (por ejemplo, amenazando con que un Dios malo vendrá a castigar los pecados); sin embargo, lo normal es que donde hay personas con altos conocimientos y con amplia cultura, ocurra precisamente lo contrario: haya gente muy implicada en hacer el bien, en conocer la importancia de la obra de Cristo y en hacer exégesis y denuncia de lo que otros religiosos menos escrupulosos hacían con sus fieles.

Lutero, el reformista; Santo Tomás Moro, San Francisco de Asís y otros muchos más religiosos fueron reformadores de los abusos que muchos clérigos hacían de sus fieles. La ventaja que existe en el seno de la Iglesia es que a pesar de ser una institución político-religiosa, sus componentes han gozado siempre de una libertad y de una capacidad de expresión muy amplia. Los cardenales, príncipes de la Iglesia, por ejemplo, no son ni uno ni dos, sino decenas, y no son elegidos por cuestiones políticas, como los partidos, sino por méritos. No cabe duda de que muchos serán más cercanos a ciertas ideologías del presente o del anterior Papa, pero sobre todo el consenso suele ser debatido. La Iglesia es una de las pocas instituciones que organiza concilios, es decir, puestas en claro de todas las tendencias para unificar criterios y no incurrir en cismas. La Iglesia cuenta además con un problema que a la vez pasó a ser ventaja para los fieles: éstos son por fe, súbditos de la Iglesia, y por nacimiento súbditos del país, lo cual siempre ha ayudado a que muchos que denunciaran abusos (como Lutero, por ejemplo) fueran protegidos por sus príncipes. Lo contrario, por desgracia, también ha ocurrido: Tomás Moro denunció los abusos del rey Enrique VIII y su condición de clérigo y protección especial del Papa no le valió contra la pena de muerte impuesta por el rey.

La Iglesia, ahora más que nunca en los últimos 20 años, está de moda. En ciertos aspectos ha demostrado que puede dar una explicación espiritual más amplia a las necesidades del ser humano que la fe en otras disciplinas más oscilantes, como son la fe en la ciencia, la fe en la magia, la fe en los políticos o la fe en el dinero.

viernes, 5 de agosto de 2011

Strauss-Kahn y la acampada de la Puerta del Sol (II)

Retomamos un tema anterior (Strauss-Kahn y la acampada de la Puerta del Sol) para hablar de un asunto actual. Y es que el ex director gerente del FMI parece que no fue excesivamente culpable o al menos la mujer ya conocía a dicho hombre.

Más importante parece que podría ser el hecho de la famosa acampada de la Puerta del Sol. Si echamos un vistazo a lo que está ocurriendo en estos días en España, cualquier tipo de justificación por parte de los manifestante carece de fundamento. Cierto es que la situación en España es y va a ser durante bastante tiempo caótica, de creciente empobrecimiento y con un acusado nivel de desempleo, pero en ningún momento se puede achacar a "unos pocos" lo que una sociedad democrática ha elegido libremente.

Recalco lo que siempre hemos venido aquí hablando: las democracias, como decían Platón o Thomas Hobbes, no son más que la antesala a la aparición de los tiranos. El caso es bien claro: en una democracia perfecta (como ocurre en España y en casi todos los países occidentales), el valor del voto inculto es el mismo que el del voto consensuado. Las mayorías nunca tienen razón por lo general, porque la mayoría suele ser muy poco dada a la reflexión.

El 15-M, como lo llaman los manifestantes. Proclamas comunistas y anarquistas. ¿Pero de qué estamos hablando? ¿Es lógico permitir que unos cuantos indignos (que no "indignados", como ellos se autoproclaman) tomen pulso a un gobierno. ¡No!

El caso es que si bien no se puede defender la nefasta actuación de Rodríguez Zapatero, uno de los peores gobernantes de toda la Historia de España, junto con Evo Morales, Kirchner o Castro (dejo en tela de juicio a Hugo Chaves, porque si bien es actualmente un gorila inepto, hubo una época en la que era realmente un ejemplo a seguir). Sin embargo, si bien no se puede defender su actuación, si podemos defender lo que estos "indignados" reclaman: la falta de legitimidad del gobierno.

Miren ustedes, señores "indignados". Entiendo que ustedes no tengan la capacidad intelectual suficiente para entender mis palabras, pero quiero que sepan, caso de que el Espíritu Santo les ilumine, que no podemos deslegitimiar o penalizar lo que ustedes mismos admitieron. Es lo que se denomina un "contrato social". No pueden romperlo ahora que no les conviene. ¡Más suerte la próxima vez, desgraciados!

Lo peor de todo es que siempre hay víctimas en cualquier conflicto. En este caso, las víctimas no son ni el gobierno ni los "indignados" (por mucho que unos y otros se consideren ofendidos). Las auténticas víctimas son los ciudadanos modelos que todos los días se levantan en Madrid a trabajar. ¡A trabajar, señores indignos!¡Indignos son de ser siquiera ciudadanos de un país civilizado!¡Trabajen, leñe!¡Acepten que debido a su incultura y a su falta de esfuerzo ahora están ustedes en paro!¡Haber estudiado unas oposiciones!¡Haber estudiado y tenido buenas calificaciones, en lugar de beber whisky todos los fines de semana y entre semana!

No quisiera hoy acabar con una conclusión simple, porque simple es lo que son ellos. Unos simples animales de rebaño, unas ovejas asustadizas que son incapaces de decir lo que piensan de uno en uno. ¡Malditos cobardes comunistas! ¡Indignos! Lo que es importante es que de una vez por todas el gobierno tome medidas y defienda al ciudadano libre. ¡Haga cumplir la ley, gran señor presidente indigno, antes de que los indignos auténticos le creen aún más problemas!