Un juicio siempre despierta curiosidad y más si se trata de alguien carismático. El juez Garzón ha protagonizado en los últimos años varias acciones de oficio, aunque las más recordadas por el conjunto de hispanohablantes han sido la solicitud de extradicción del general Augusto Pinochet y la aplicación de la Ley de Memoria Histórica de España, donde el juez tramitó los presuntos delitos franquistas.
Hoy este juez ha sido inhabilitado durante los próximos 11 años por un motivo bien distinto: prevaricación en un caso de corrupción, donde autorizó que se hicieran escuchas ilegales entre los acusados y sus letrados. El caso es que el juez prevaricó cuando admitió a trámite un acto que es en la legislación española totalmente ilegal (salvo en casos de terrorismo).
Aún queda pendiente la causa de prevaricación por liderar la reclamación de las víctimas de supuestos delitos franquistas. Es muy probable que la condena sea parecida, ya que nuevamente actuó cuando no le correspondía hacerlo (al parecer, él era juez de la Audiencia Nacional (básicamente encargada de juzgar delitos de terrorismo, alta traición y otros crímenes graves de alcance nacional) mientras que la ley decía claramente que la función de tramitar y denunciar estos hechos era cuestión de los juzgados de primera instancia (delitos comunes), ya que la Ley de Memoria Histórica no admitía que se tratara de una represión o un delito de carácter nacional, sino que cada municipio y sus vecinos, durante la Guerra Civil Española, habían sido responsables de estos delitos.
El caso es que, como ocurre en cualquier guerra, los delitos que hubo en la Guerra Civil fueron ya (o deberían de ser) olvidados. El caso de Pinochet fue exactamente igual, sólo que en este caso Pinochet seguía vivo y Franco lleva casi 40 años muerto. No se puede admitir que las autoridades democráticas españolas insistan a los familiares de víctimas de asesinatos comunes que "perdonen" a sus agresores, aún más si se trata de delitos cometidos hace muchos años, y por otro lado, se trate de investigar y buscar culpables (en muchos casos ya muertos) sobre crímenes realizados, punto uno, durante una guerra y, punto dos, cometidos hace ya más de 75 años.
El juez Garzón no ha sido más que una víctima de su propio ego. Aquí no estamos descubriendo nada nuevo. El caso es que quien no es capaz de entender la Historia y el Derecho (con mayúsculas) no puede ser considerado juez.
Aquí tenemos un problema muy curioso. En los últimos 65 años ha habido una revolución total en todos los aspectos (tecnológico, social e incluso legislativo). Es necesario entender que cosas como los Derechos Humanos no son resultado de un Derecho Natural, por mucho que se empeñen estúpidos mentecatos en afirmarlo.
Dice uno de los puntos de los Derechos Humanos que "todos tienen derecho a la vida". Este derecho es absolutamente contrario al Derecho Natural. Si todos tienen derecho a la vida, cualquier acción que no condujera a ello debería ser punible. Derecho a vivir no significa lo que todo el mundo cree pensar que es derecho a no morir. El derecho a vivir significa que nadie puede llevar a cabo acciones que puedan generar un obstáculo a la vida. En otras palabras, dejar morir de hambre a personas sería un claro ejemplo de infringir el derecho a la vida. Dicho de otra manera, cualquier derecho diferente al derecho a la vida (el derecho a la propiedad, por ejemplo, sería contrario al derecho a la vida, ya que la posesión de bienes es favorable a quien lo posee pero supone un daño a quien no lo posee y por tanto extingue, en parte, el derecho a la vida).
El señor Garzón dice contribuir a cumplir los Derechos Humanos, pero primeramente, estos derechos son un absurdo en cuanto a Derecho Natural. Thomas Hobbes ya apuntaba a que el auténtico Derecho Natural era el estado de guerra total. Él mismo admite que en ausencia de leyes todo está permitido y por tanto no existen culpables cuando las leyes no existen. Durante una Guerra, es posible que existan unas normas como, por ejemplo, las dictadas en la Convención de Ginebra pero sólo tienen cabida cuando son suscritas por ambas partes. Así, en caso de ser infringidas, los contendientes pueden reclamar daños.
En cambio, durante la Guerra Civil Española no se infringieron estas normas y caso que se infringieron el derecho internacional las hubiera castigado. No es la primera vez que ocurre esto y durante la Guerra de Bosnia se pudo observar este caso. Las matanzas de civiles, durante la Guerra Civil Española, nunca fueron demostradas que hubieran sido realizadas por el bando Nacional de Franco, sino más bien al contrario (el único incidente en el que quedó plenamente demostrado que uno de los bandos, en este caso el republicano, hiciera matanza autorizada de civiles fue el caso de Paracuellos de Jarama, cuyo responsable, Santiago Carrillo aún vive).
Pedir responsabilidades al bando republicano por la Guerra sería así mismo estéril y estúpido. Hay quien pregona por ahí que el bando republicano, al ser el heredero de una tradición democrática, era el auténtico defensor de los derechos. Nada más lejos de la realidad. Las democracias a lo largo de la Historia han demostrado ser mucho más dañinas que las monarquías o dictaduras. La razón está en que en las dictaduras es posible que exista la represión o la falta de libertad, pero raramente existe la corrupción y si existe, es muy probable que el fin de dicha dictadura esté lejos (como ocurrió con Gadafi). En este sentido, la dictadura de Fidel Castro o la dictadura de Corea del Norte han demostrado ser ejemplo de corrupción escasa (eso sí, hay que admitir que en todos los países del mundo existen y existirán traficantes y corruptos, pero lo importante es cómo quedan de impunes éstos según el tipo de régimen político).
El juez Garzón ha demostrado no tener siquiera pizca de conocimiento de lo que es el Derecho Natural, defendido desde época romana, y estas sentencias de prevaricación son más que acertadas. Dejando a un lado sus cuestiones políticas, ya que él es marcadamente socialista y dejó incluso constancia de ello siendo militante del partido, los jueces deben aplicar la ley y ser justos. Es posible que haya una ley que diga "a menos que haya muerte, un hombre no puede ir a prisión" pero si el resultado es que alguien está en coma sin estar muerto, la ley nos impedirá llevar al delincuente a prisión pero un arresto domiciliario es similar a la cárcel sin que se esté vulnerando la ley.
En este sentido, para finalizar, decir que los jueces no son justos. Para ser justos, a veces, hay que ser creativos y actuar en sentido figurado, como hacía Sancho Panza en la novela. El juez Garzón hubiera sido un juez justo si ante la petición de aquellos familiares de víctimas, él hubiera aplicado la ley de amnistía general. Todos fueron perdonados, incluso Carrillo, así que... ¿para qué remover tumbas? En mi tierra se dice eso de que a los muertos hay que dejarlos descansar en paz.
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