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martes, 14 de febrero de 2012

El mundo de Fraggle Rock

Había una máxima en el mundo de la enseñanza según la cual una lección era mejor aprendida cuanto más divertida le resulta al alumno. Una visión mucho más acertada sería aquella que dice que la lección queda retenida en la memoria cuando el alumno queda impresionado con la lección. Si se consigue captar la atención del alumno, es muy probable que la clase y la lección resulten provechosas.

Las matemáticas y la física han sido siempre áreas de conocimiento cuya docencia entraña cierta dificultad al profesor, ya que la mayoría de los alumnos no contemplan las matemáticas como una bella armonía de números y relaciones algebraicas, sino más bien como una jungla extraña repleta de peligros. Si a esto añadimos que una parte del profesorado de estas materias no poseen la preparación suficiente, lo lógico es que el índice de fracaso sea alto. Hay quien opina que se aprende enseñando. Más bien es lo contrario, se enseña aprendiendo, o este es el objetivo que todo docente debería plantearse, sobre todo cuando sus alumnos no son capaces de quedarse, al menos, escuchando la lección.

Este conflicto, aunque se manifiesta en mayor grado en las enseñanzas técnicas, podría plantearse a todos los niveles y en todas las materias. Por doquier faltan maestros, auténticos magos de la transmisión de conocimiento. Además, los medios de comunicación, desde la televisión hasta internet, han provocado una disminución de la atención, ya que la información en ellos es de tal magnitud que provocan el mismo efecto que el empacho de una abundante comida. La intoxicación informativa, más que alimentar el conocimiento, provoca una confusión mental bastante aguda, sobre todo en aquellos grupos más influibles (niños y jóvenes).

Parece que hace unos 30 años, el titiritero Jim Henson logró crear una serie de productos televisivos que conseguían perfectamente unir el mensaje educativo con el entretenimiento. De sobra son conocidos los famosos Muppets (los Teleñecos) o Sesame Street (Bárrido o Plaza Sésamo en español). Sin embargo, estos programas, marcadamente infantiles, eran y son muy parecidos a otros que les siguieron, tanto en EE.UU. como en el resto del Mundo (por ejemplo, los Teletubbies). En cualquier caso, la calidad técnica, conceptual y el enfoque apolítico de los programas de Henson, incluidas cualesquiera insinuaciones acerca de temas polémicos como la homosexualidad, el racismo u otros, hacían a dichos programas muy superiores a los posteriores.

De todas formas, los personajes de Henson estaban claramente enfocados al público infantil, salvo algunos programas como el Cuentacuentos, destinado a un público más juvenil y a la familia en general, o Fraggle Rock. Esto hace que ver un capítulo de los Teleñecos resulte un tanto ñoño y pedante en algunos casos (como cuando la cerdita Peggy trata de ser novia de la ranita René o Gustavo) y sus chistes poco atractivos.

El caso de Fraggle Rock es distinto. Sin duda, es el programa de Henson no sólo más inteligente sino el más divertido, no sólo para los niños, sino también para el público adulto. Tanto el guión como los personajes hacen referencia no sólo a valores humanos como la amistad o el respeto, sino que en sí mismo el mundo de Fraggle Rock es una perfecta alegoría, que enlazaría incluso con algunos mitos antiguos de la cultura occidental.

El mundo de Fraggle Rock mantenía una extraña relación entre todos los personajes y especies. Además, cada una de estas especies correspondía o se podía identificar con diversos sectores de la sociedad estadounidense u occidental en general. El universo Fraggle está constituido, básicamente, por tres mundos:

Mundo humano: los humanos habitan en la superficie. El mundo humano, en el que habitamos también los espectadores, forma parte de antiguas leyendas fraggle, donde se hablaba de un extraño mundo incomprensible. El explorador Matt descubre una entrada a dicho mundo y decide explorarlo. Este mundo está habitado por criaturas extrañas y en muchos casos maleducadas, que son incapaces de pararse un segundo a pensar qué puede ser ese extraño ser diminuto que está explorando su mundo. Matt informa a su sobrino Gobo de todos sus descubrimientos. El mundo humano es una alegoría de lo que es la actual sociedad americana, con su excéntrico consumismo y su falta de actitud ante la investigación y el empirismo.

Mundo Fraggle: los Fraggle son una especie de seres de unos 30 cm (el doble que un liliputiense) que habitan en el subsuelo. Como bien explica el explorador Matt, los Fraggle piensan que son el centro del universo y que son la raza suprema del universo. Los Fraggle forman una sociedad sotisficada, muy parecida a la que la que plantean los mitos platónicos, donde lo principal es ser feliz y buscar el placer cantando, bailando, disfrutando, comiendo... Los Fraggle no trabajan, salvo para hacer cosas muy básicas (limpiar un cuarto, lavar la ropa, fabricar un utensilio, etc.), y no usan ni conocen el dinero. Esta sociedad feliz, sin embargo, es una sociedad incapaz de mantenerse a sí misma. Con el tiempo, los Fraggle han perdido perspicacia, no son emprendedores y su intelecto es escaso y lleno de prejuicios. Este mundo es una auténtica alegoría de la actitud puramente egoísta del estadounidense, que se considera miembro del ombligo del mundo y que se preocupa más de las cosas banales como la superbowl o comer hamburguesas que de los auténticos problemas sociales.

En el mundo Fraggle también abundan unas extrañas criaturas en miniatura llamados Curris o Inges. Estos curris son hombrecitos en miniatura que se dedican a la construcción de edificios y estructuras realizados con polvo de rábanos. Los Fraggle se comen sus estructuras sin misericordia y los Curris eternamente están construyendo. Su vida es la construcción. Ni los Fraggle se preocupan de los Curris ni los Curris de los Fraggle. Ambos grupos son completamente autónomos y parecen no valorar las virtudes del otro. Los Curris representan al sector industrial y financiero norteamericano, el cual construye y crea un mundo totalmente artificial sin importarle, por ejemplo, tapar completamente la casa de un Fraggle. Además, los Curris consideran que los Fraggle son un mal necesario: por desgracia se comen parte de sus construcciones y su riqueza, pero les permite mantener su sistema de construcción siempre vivo, convirtiéndose a la vez en clientes y proveedores del sistema constructivo.

Mundo Gori: por último, los Fraggle consiguen alimentarse a base de rábanos. El mundo Fraggle no tiene recursos, así que tiene que alimentarse del exterior. En el otro extremo del mundo Fraggle existe el mundo de los Gori. Los Goris son una familia compuesta por el Rey del Universo, la Reina y el Príncipe del Universo. No hay más Goris que ellos, así que si bien son reyes son al mismo tiempo los únicos habitantes del mundo, lo que les obliga a trabajar y cultivar la Tierra. Los Goris están siempre tratando de erradicar a los Fraggle, en especial el hijo, ya que se comen la cosecha. El mundo Gori es una alegoría de la sociedad occidental: siendo el punto opuesto del universo no significa un mundo feliz, sino un mundo distinto. Los Goris son la alegoría de la alta sociedad americana y de los nuevos ricos, que siendo mucho de ellos unos advenedizos, pretenden deslumbrar al mundo con su pomposidad. En cualquier caso, tampoco los Goris parecen ser una raza de seres inteligentes, sino más bien lo contrario: su extraordinario tamaño y fuerza son lo que les da el poder. Los Goris son todavía más ignorantes que humanos o fraggle, pero son más fuertes y violentos.

Por último, en el mundo de los Goris vive la Montaña de Basura. La Montaña de Basura lo sabe todo. A ella acuden los Fraggle a pedir consejo. La Montaña de Basura no es más que los desperdicios que dejan los Goris y ésta tiene vida propia. Al estilo de los oráculos griegos, predice el futuro. La Montaña de Basura representa la conciencia universal de los seres humanos y también quiere denunciar la prepotencia con la que diversas instituciones (políticos, religiones, grupos de presión...) aparecen defendiendo sus posturas, sin pensar que estos grupos viven en una constante inmundicia racional.


Fraggle Rock, a través de los distintos capítulos, hará descubrir al espectador que la vida puede tener una óptica distinta, no siempre acertada pero igualmente no siempre equivocada. Lo que los Fraggle consideran un mundo extraño y peligroso (el mundo humano) no es sino un sitio donde las personas viven con sus problemas cotidianos. La vida Fraggle, feliz y despreocupada, es únicamente posible porque otros seres (los curris) trabajan y se preocupan por ellos. Goris y Fraggles no son conscientes de que la raza humana es tecnológicamente y socialmente más avanzados que ellos, lo que les hace tener una visión parcial de la realidad del universo. Además, entre los propios Fraggle hay varias filosofías de vida: la intrepidez del aventurero Gobo, la práctica del deporte y el juego de Rosi, el pesimismo de Bombo, la apatía e ignorancia de Dudo (preocupado más bien en comer y no meterse en líos) o la idelista Musi, preocupada más por el plano espiritual que del plano físico de la realidad. En cada capítulo nos enseñan como a pesar de las dificultades y de sus defectos es posible ser feliz, ya que descubren como su estrechez de miras es lo que les impide llegar a ser más felices.

Fraggle Rock es sin duda un programa infantil, pero como le ocurría a los viajes de Gulliver, es realmente un programa adulto enmascarado. Lo más significativo es que aun siendo, como Gulliver, un programa y un libro con enfoque adulto, en ambas obras se evitan referencias sobre sexo, política o religión, sino que éstas se difuminan en lo auténticamente destacable: la estupidez y la falta de valores humanos.

jueves, 9 de febrero de 2012

Prevaricación del señor juez Garzón

Un juicio siempre despierta curiosidad y más si se trata de alguien carismático. El juez Garzón ha protagonizado en los últimos años varias acciones de oficio, aunque las más recordadas por el conjunto de hispanohablantes han sido la solicitud de extradicción del general Augusto Pinochet y la aplicación de la Ley de Memoria Histórica de España, donde el juez tramitó los presuntos delitos franquistas.

Hoy este juez ha sido inhabilitado durante los próximos 11 años por un motivo bien distinto: prevaricación en un caso de corrupción, donde autorizó que se hicieran escuchas ilegales entre los acusados y sus letrados. El caso es que el juez prevaricó cuando admitió a trámite un acto que es en la legislación española totalmente ilegal (salvo en casos de terrorismo).

Aún queda pendiente la causa de prevaricación por liderar la reclamación de las víctimas de supuestos delitos franquistas. Es muy probable que la condena sea parecida, ya que nuevamente actuó cuando no le correspondía hacerlo (al parecer, él era juez de la Audiencia Nacional (básicamente encargada de juzgar delitos de terrorismo, alta traición y otros crímenes graves de alcance nacional) mientras que la ley decía claramente que la función de tramitar y denunciar estos hechos era cuestión de los juzgados de primera instancia (delitos comunes), ya que la Ley de Memoria Histórica no admitía que se tratara de una represión o un delito de carácter nacional, sino que cada municipio y sus vecinos, durante la Guerra Civil Española, habían sido responsables de estos delitos.

El caso es que, como ocurre en cualquier guerra, los delitos que hubo en la Guerra Civil fueron ya (o deberían de ser) olvidados. El caso de Pinochet fue exactamente igual, sólo que en este caso Pinochet seguía vivo y Franco lleva casi 40 años muerto. No se puede admitir que las autoridades democráticas españolas insistan a los familiares de víctimas de asesinatos comunes que "perdonen" a sus agresores, aún más si se trata de delitos cometidos hace muchos años, y por otro lado, se trate de investigar y buscar culpables (en muchos casos ya muertos) sobre crímenes realizados, punto uno, durante una guerra y, punto dos, cometidos hace ya más de 75 años.

El juez Garzón no ha sido más que una víctima de su propio ego. Aquí no estamos descubriendo nada nuevo. El caso es que quien no es capaz de entender la Historia y el Derecho (con mayúsculas) no puede ser considerado juez.

Aquí tenemos un problema muy curioso. En los últimos 65 años ha habido una revolución total en todos los aspectos (tecnológico, social e incluso legislativo). Es necesario entender que cosas como los Derechos Humanos no son resultado de un Derecho Natural, por mucho que se empeñen estúpidos mentecatos en afirmarlo.

Dice uno de los puntos de los Derechos Humanos que "todos tienen derecho a la vida". Este derecho es absolutamente contrario al Derecho Natural. Si todos tienen derecho a la vida, cualquier acción que no condujera a ello debería ser punible. Derecho a vivir no significa lo que todo el mundo cree pensar que es derecho a no morir. El derecho a vivir significa que nadie puede llevar a cabo acciones que puedan generar un obstáculo a la vida. En otras palabras, dejar morir de hambre a personas sería un claro ejemplo de infringir el derecho a la vida. Dicho de otra manera, cualquier derecho diferente al derecho a la vida (el derecho a la propiedad, por ejemplo, sería contrario al derecho a la vida, ya que la posesión de bienes es favorable a quien lo posee pero supone un daño a quien no lo posee y por tanto extingue, en parte, el derecho a la vida).

El señor Garzón dice contribuir a cumplir los Derechos Humanos, pero primeramente, estos derechos son un absurdo en cuanto a Derecho Natural. Thomas Hobbes ya apuntaba a que el auténtico Derecho Natural era el estado de guerra total. Él mismo admite que en ausencia de leyes todo está permitido y por tanto no existen culpables cuando las leyes no existen. Durante una Guerra, es posible que existan unas normas como, por ejemplo, las dictadas en la Convención de Ginebra pero sólo tienen cabida cuando son suscritas por ambas partes. Así, en caso de ser infringidas, los contendientes pueden reclamar daños.

En cambio, durante la Guerra Civil Española no se infringieron estas normas y caso que se infringieron el derecho internacional las hubiera castigado. No es la primera vez que ocurre esto y durante la Guerra de Bosnia se pudo observar este caso. Las matanzas de civiles, durante la Guerra Civil Española, nunca fueron demostradas que hubieran sido realizadas por el bando Nacional de Franco, sino más bien al contrario (el único incidente en el que quedó plenamente demostrado que uno de los bandos, en este caso el republicano, hiciera matanza autorizada de civiles fue el caso de Paracuellos de Jarama, cuyo responsable, Santiago Carrillo aún vive).

Pedir responsabilidades al bando republicano por la Guerra sería así mismo estéril y estúpido. Hay quien pregona por ahí que el bando republicano, al ser el heredero de una tradición democrática, era el auténtico defensor de los derechos. Nada más lejos de la realidad. Las democracias a lo largo de la Historia han demostrado ser mucho más dañinas que las monarquías o dictaduras. La razón está en que en las dictaduras es posible que exista la represión o la falta de libertad, pero raramente existe la corrupción y si existe, es muy probable que el fin de dicha dictadura esté lejos (como ocurrió con Gadafi). En este sentido, la dictadura de Fidel Castro o la dictadura de Corea del Norte han demostrado ser ejemplo de corrupción escasa (eso sí, hay que admitir que en todos los países del mundo existen y existirán traficantes y corruptos, pero lo importante es cómo quedan de impunes éstos según el tipo de régimen político).

El juez Garzón ha demostrado no tener siquiera pizca de conocimiento de lo que es el Derecho Natural, defendido desde época romana, y estas sentencias de prevaricación son más que acertadas. Dejando a un lado sus cuestiones políticas, ya que él es marcadamente socialista y dejó incluso constancia de ello siendo militante del partido, los jueces deben aplicar la ley y ser justos. Es posible que haya una ley que diga "a menos que haya muerte, un hombre no puede ir a prisión" pero si el resultado es que alguien está en coma sin estar muerto, la ley nos impedirá llevar al delincuente a prisión pero un arresto domiciliario es similar a la cárcel sin que se esté vulnerando la ley.

En este sentido, para finalizar, decir que los jueces no son justos. Para ser justos, a veces, hay que ser creativos y actuar en sentido figurado, como hacía Sancho Panza en la novela. El juez Garzón hubiera sido un juez justo si ante la petición de aquellos familiares de víctimas, él hubiera aplicado la ley de amnistía general. Todos fueron perdonados, incluso Carrillo, así que... ¿para qué remover tumbas? En mi tierra se dice eso de que a los muertos hay que dejarlos descansar en paz.