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martes, 10 de marzo de 2015

Consideraciones sobre el Estado Islámico

¿Acaso hay alguien que aún no vea la amenaza?


Tras casi un año sin escribir he vuelto. ¿Y quién lo diría? Si repasáramos algunas entradas anteriores, como Hacia una Segunda Edad Media, podremos ver que ya predije algunos hechos que están ya ocurriendo. No es que sea un iluminado: es que la Historia, tristemente, se repite.


No se dejen engañar. Ningún estado occidental (aunque tengo dudas con EE.UU.) está tomando medidas serias contra el Estado Islámico. En general todos los países están menospreciando a esta organización, como si se tratara de simples terroristas, pero olvidan que actualmente se les podría calificar como de nación o de invasores de una nación: tienen un territorio con fronteras y bien definido, tienen una organización de gobierno, disponen de leyes, de un ejército y además disponen de una lengua y hasta religión y recursos económicos. Díganme si Venezuela no es tan nación como Estado Islámico en estos momentos.


El problema es que mientras que EE.UU. está demasiado lejos del conflicto, muchos países están en estos momentos en las inmediaciones de Estado Islámico. Turquía, Jordania, Arabia Saudí, Líbano, Israel o Irán están a tiro de estos señores de la guerra.


El problema es que, como hemos dicho, Occidente no considera a este grupo como un auténtico rival. La razón es bastante sencilla: el mundo cada vez está más globalizado y además está concebido por bloques políticos y económicos. La Unión Europea, con 28 países, los EE.UU. con 50 estados, China y Rusia, auténticos gigantes geográficos, políticos y económicos, son actualmente los bloques que gestionan la política mundial y que están, desde hace muchos años en una situación de respeto y tranquilidad.


Es interesante hacer notar que desde hace 70 años no ha habido un conflicto lo suficientemente atroz como para aniquilar países o continentes enteros. Como bien es sabido por todos ustedes, la bomba atómica dio el poder de destruir el mundo, pero al mismo tiempo también dio la paz perpetua: nadie estaría dispuesto a entrar en un gran conflicto sabiendo que su vecino lo puede aniquilar con atómicas.


Es por este motivo por el que durante toda la guerra fría, tanto la U.R.S.S. como EE.UU. estuvieron enfrentadas en pequeñas guerras o conflictos, como fueron los de Corea, Vietnam, Cuba, Afganistán o tras la caída del Muro de Berlín, la Guerra de Irak o la Guerra de Ucrania. Hoy los enemigos han cambiado y ya no son enemigos ideológicos económicos, sino enemigos económicos (caso de China o India) o enemigos ideológicos (como Estado Islámico).


¿Qué es lo que de verdad me asusta de Estado Islámico? No es que maten a personas de las maneras más atroces o que destruyan ciudades milenarias, como Nimrud. Lo que me asusta de Estado Islámico es su capacidad de convicción. Hay algo en lo que se confunden los occidentales: a Estado Islámico no se enrolan locos o fanáticos. Es cierto que hay que tener una cierta predisposición al radicalismo, pero no necesariamente son gente extraña, apestados sociales o gente iletrada. Esto es lo que en la propaganda occidental nos quieren hacer creer(porque sí que hay una contrapropaganda a la propaganda islamista). A Estado Islámico ya han ido más de 3000 europeos a enrolarse a sus filas. Cierto es que son musulmanes radicalizados, es decir, deben comulgar en cierta forma con los miembros de Estado Islámico, pero no podemos creer realmente que entre los 3000 europeos todos sean iletrados, estúpidos, pobres diablos o desquiciados. En efecto, podríamos demostrar perfectamente que más de la mitad de ellos se podrían considerar "de clase media" y de entornos universitarios (entre ellos está John el Yihadista).


Es aquí donde aparece mi preocupación. Estado Islámico es atroz, pero genera confianza. ¿Cómo es eso posible, si en principio son ideas antagónicas? Estado Islámico cumple sus promesas. Ellos dicen que no dejarán a ningún enemigo de Alá con vida. Y así está siendo de momento. A partir de aquí, ellos prometen lo que cualquier otro grupo político: un futuro noble para los jóvenes (la muerte heróica o la liberación del mundo árabe), mujeres bonitas, un sistema de leyes que aplique una justicia que quizá en occidente se pierde en tecnicismos y deja libre a los malvados, etcétera.


Si algo tengo muy claro, al menos desde hace más de una década, es que Occidente no puede ofrecer lo que ofrecen ellos. Es injustificable la barbarie inculta de Estado Islámico, en todos los sentidos, pero Europa no puede ofrecer ninguna alternativa sostenible que lo impida. Imaginemos algunos horizontes:


- ¿Imaginan al Papa lanzando una cruzada contra Estado Islámico?
- ¿Imaginan una coalición occidental con reclutas voluntarios, si fuera necesario, cuya misión sea la de erradicar a los miembros de Estado Islámico, sin ningún tipo de compasión?
- ¿Imaginan dejar a un lado los Derechos Humanos con motivo de destruir a seres que han dejado de ser humanos?
- ¿Imaginan una guerra antigua, cuerpo a cuerpo, en lugar de pasar con un avión y olvidarse de si aún vive el enemigo o si a los civiles que extorsionaban se les debe ayuda?


Entiendo que todas sus respuestas serán negativas. La cultura occidental nos ha idiotizado tanto que si mataran a nuestros padres en nuestras narices, incluso podríamos perdonar al asesino porque "es de humanos perdonar".


Occidente no se debería radicalizar, pero es lo que están consiguiendo los políticos (sobre todo en Europa). Luego no podemos quejarnos de que llegan demagogos al poder. Sin embargo, alabo la rebeldía de los ciudadanos occidentales. Ya está bien de respeto a quien no respeta o de dar la otra mejilla a gente que seguro no la van  reventar. El hombre occidental debería hacer gala, más si cabe, de su sapiens. Y entender que no se trata de ir matando a gente porque sí, pero que desde luego no se puede tener compasión con corruptos, asesinos, terroristas o narcotraficantes que tienen crímenes, algunos de sangre, a sus espaldas. Deben realmente sufrir.


Una vez oí que el hecho de que mataran a un solo inocente con la pena de muerte convertía a este castigo en deleznable. Esto es cierto, pero no todo se soluciona con la muerte. La pérdida de la condición humana, la esclavitud estatal, es la base del nuevo sistema que persigue todo occidente. Es más efectiva y beneficiosa para el estado que la muerte: miles de esclavos, sin derechos, por haber perdido su condición de humanos, sometidos a trabajos forzados para el bien de la comunidad.


Una situación como esta evitaría la huida de jóvenes a Estado Islámico ("mira qué te ocurrirá si te enrolas con los terroristas"), al mismo tiempo que animaría a estos jóvenes a entender que todo lo que no sea trabajar significa la muerte social (humana).


Occidente ha perdido sus valores. Es cierto que se hizo mucho daño en nombre de estos valores, pero no por ello eran malos valores. Hemos cedido a tomar otros valores de culturas inferiores o mediocres y ahora, una vez instalado el virus cultural, ¿quién será quien lo quite?


Espero volver pronto y seguir contándoles temas interesantes.