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lunes, 24 de septiembre de 2012

¿Estuvo Jesús casado?

Los interrogantes sobre Cristo son muchos y variados. No en vano, la mayor parte de su historia está basada en escritos de discípulos o de sus seguidores. Se ha llegado a admitir que incluso Cristo podría haber sido uno de los primeros fraudes a gran escala de todos los tiempos, al caber la posibilidad de que inclusive la figura de Jesús de Nazaret no hubiera existido realmente (es decir, hubiera sido un producto de la imaginación de algún judío con el ánimo de lucrarse).
 
A este respecto, no cabe ninguna duda a prácticamente el 100% de los historiadores que efectivamente hubo un hombre llamado Jesús, natural de Nazaret, que actuó como rabí en Jerusalén e instituyó un grupo de adeptos a sus enseñanzas. Esto se debe a que aunque no hay muchos documentos, existen fuentes históricas no evangélicas al respecto (Flavio Josefo, Suetonio) que lo mencionan, confirmándose que existió tal personaje más allá de una simple invención judía. No obstante hay quienes aseguran que de haber existido tan gran maestro los documentos, tanto oficiales romanos como judíos, habrían sido más extensos y no meras menciones. A esto puede oponerse un simple comentario: un rabí judío, entre los muchos cientos de ellos que pululaban por Judea, no merecía más mención en los documentos públicos romanos de la época. Nadie fue capaz de pronosticar que aquel simple hombre, hijo de un carpintero, iba a ser una figura de tal transcendencia.

Ahora, nuevamente, surge otro de los grandes debates acerca de la figura de Jesús. Para muchos es completamente ilógico que Jesús no hubiera tomado esposa, pues habiendo él mismo santificado el matrimonio en las bodas de Caná, se estaría contradiciendo. Además, los evangelios indican que Jesús tuvo estrechas relaciones con mujeres, y no con cualesquiera, sino incluso con prostitutas y otras mujeres de baja ralea.

El caso es que no disponemos de otras fuentes que no sean las propiamente cristianas para aclarar este punto. El problema es que recientemente una paleóloga de Harvard dice haber descubierto un manuscrito del siglo IV en el que se puede leer claramente que Jesús habla de "mi mujer".

La tradición cristiana es clara al respecto: Jesús nunca estuvo casado. Entonces, como siempre, ¿qué pensar?

En estos casos hay que acudir a la fe y sobre todo a las enseñanzas de los diferentes evangelios y del paleocristianismo. Precisamente, el siglo IV fue un siglo muy convulso en el seno del cristianismo (no en vano, durante el siglo IV se celebró el Concilio de Nicea). No sería de extrañar que las numerosas sectas cristianas que nacieron en los primeros siglos del cristianismo y que trataron de conciliar una doctrina común en Nicea tuvieran en algunos casos ciertas teorías sobre la naturaleza de Jesús, su parentesco y su matrimonio.

El caso es que muy pocos creyentes actuales son conscientes del gran problema que ocurrió antes del gran Concilio. Eran tantas las sectas y doctrinas que prácticamente no existía una opción mayoritaria, a no ser el arrianismo, que finalmente fue declarada doctrina herética. Este concilio sentó las bases, sin embargo, de lo que es actualmente el Cristianismo y quedó reflejado en el famoso credo nicénico, que los católicos rezan, en su versión antigua o moderna, en toda celebración litúrgica.

En la mayoría de las fuentes cristianas no se hace referencia a ninguna esposa de Jesús. Tampoco lo niegan, pero resulta bastante curioso que en casi todos los actos públicos de Jesús aparezca la figura de la Virgen María y no la de su hipotética esposa. Muchos han especulado con que la Magdalena fue esposa de Jesús (entre ellos Dan Brown en El Código Da Vinci) pero eso es afirmar algo que no aparece en los escritos. Además, no hubiera pasado desapercibido este detalle, sobre todo cuando Jesús, al resucitar, se aparece a las mujeres. De haber sido la esposa, ¿cómo no se hubiera mencionado en las escrituras "y se presentó a su esposa"?

Por las diferentes enseñanzas y comentarios que hace Jesús a lo largo de los evangelios, podemos asegurar con muy pocas dudas (como hicieron los Padres de la Iglesia) que Jesús no tenía familia (es decir, mujer e hijos). Jesús es consciente del papel que viene a jugar en este mundo. Jesús además sabe que va a morir y quiere ahorrar ese sufrimiento a su descendencia. Además, Jesús, insta a Pedro y Andrés a abandonarlo todo y a seguirle, ¿qué tipo de líder espiritual de la talla de Jesús habría indicado a unos humildes pescadores a abandonar a su familia si él hubiera mantenido una familia propia?

A todo esto, incluso a modo de chiste, se podría opinar que a ver quién conoce a un hombre casado cuya mujer no le discuta sobre sus salidas, sus viajes y sus amigos, cosa que Jesús, tal y como marcan las escrituras, hacía prácticamente a diario. Jesús además vivía sin trabajar y de la caridad, ya que abandonó su trabajo para predicar. Esto no hubiera habido esposa que lo hubiera consentido.

Bromas aparte, hay un pasaje del evangelio que parece que lo aclara todo: "hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el reino de los cielos". En este pasaje queda admitido que el propio Cristo reconoce que el mejor servicio al reino de Dios se hará desde el celibato. Por tanto, ¿cómo estaría casado el propio Hijo de Dios?

Hay que admitir que quien quiere sembrar polémica en estos asuntos puede hacerlo. Es como querer demostrar que aun existiendo pruebas genéticas, es posible que nuestros padres no sean nuestros auténticos padres, ya que el método no es 100% fiable. En el caso de los evangelios el resultado es claro: cuanto más nos alejemos de los escritos del primer siglo de la Era Cristiana, menos datos objetivos se tienen y más datos de la tradición oral. Es muy probable que en el siglo IV muchos de aquellos oradores pudieran bien haber cometido errores en la narración de los acontecimientos.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Nosotros, los intempestivos (II). ¿Por qué soy tan bueno?

No hay forma humana de ser el mejor siempre, ni en todos los temas ni en todos los momentos. Lo importante es mantener siempre un espíritu combativo y poner todo el empeño en ser el mejor de todos.

Ser el mejor, desde el punto de vista matemático, significa ser el primero. Los siguientes siempre serán peores. Sin embargo, tenemos la sensación (que por otro lado es cierta) de que a veces existe un injusto ganador. La verdad es que no siempre el que más lucha gana. Incluso en ocasiones el mejor tampoco gana. Dejando las irregularidas, las injusticias y los delitos al margen, la razón por la que el mejor no es sino porque las circunstancias o incluso las confianzas traicionan a los más fuertes.

Quien ha sido el mejor en un campo determinado (por ejemplo, el deporte) es muy probable que no sea el mejor en otro (como por ejemplo, los estudios). Sin embargo, un auténtico ganador siempre destacará por encima de la media. No importa que comience tarde, no importa que no haya estudiado antes el tema, no importa que no sea demasiado rápido... Lo importante es un poco de ayuda inicial (un maestro o monitor) y el resto es luchar hasta aproximarse lo máximo al mejor.

A veces fallan los tiempos. Es verdad. A veces fallan los sentimientos. Es verdad. A veces fallan las fuerzas. Es verdad. Lo único que no falla nunca en un ganador es su psicología: luchar, luchar y luchar. Si pierdo, lucho por ganar. Si me tiran, me levanto.

No se puede entender que haya personas que a sí mismos se consideran "los mejores" y que incluso hayan conseguido muy altas metas en la vida y luego digan que están "tristes" (es el caso del futbolista Cristiano Ronaldo durante los pasados días, cuando se consideró que ahora mismo era un hombre "triste"). Estos hombres no son más que sombras, al más puro estilo platónico, de su propio concepto de hombre superior. Estos hombres no pueden considerarse hombres superiores, sino hombres egoístas: la superioridad deja de existir cuando ellos mismos se consideran incapaces de conseguir las metas de su felicidad.